Era una palabra que se llamaba Cómprame y que los niños la decían en la calle y cada vez que iban a una juguetería. Como la decían tanto, la palabra Cómprame estaba cansada y una noche cuando todas las palabras estaban durmiendo, agarró un maletín y se fue a otro diccionario. Entonces cuando los niños estaban en una juguetería no les salía la palabra, sino que decían cosas como piano patoso peludo... Un día Cómprame regresó y les contó a las otras palabras que en todos los idiomas los niños dicen mucho Cómprame. Aunque ya no la dicen tanto, porque cuando Cómprame se fue se divirtieron diciendo y aprendiendo palabras extrañas.
Adrián Medina Meier (8 años).
Editado por Brosquil.
Texto de Vicente Vilana. Ilustraciones de Carmela Mayor.
Nota publicada en la revista Tamboré nº 11.
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